Por una falla en una válvula durante el proceso llamado “prueba y drenado”, 3 mil litros de ácido sulfúrico se derramaran sobre el Mar de Cortés por parte de Grupo México.

Reportes de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, detallan que el accidente se registró entre las 14:00 y 15:00 horas del martes 9 en la Terminal Marítima de Guaymas, bajo vigilancia de la Administración Portuaria Integral (API).

Se agregó  que el protocolo de “prueba y drenado” se realiza antes de cada operación de carga, «justo en ese momento se detectó la falla en una de las válvulas de las tuberías que transportan ácido sulfúrico», lo que hizo que los trabajadores de la empresa procedieron a cerrar las válvulas e iniciaron el rebombeo de retorno hacia los tanques “para evitar un derrame considerable de ácido sulfúrico”, aunque se divulgó un video de 12 segundos donde se expone un derrame considerable de este ácido.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente expuso que la empresa presentó el 10 de julio, el Aviso Inmediato de Derrames, Infiltraciones, Descargas o Vertidos de Materiales Peligrosos o Residuos Peligrosos (PROFEPA-03-017-A); por lo que se ordenó una visita para conocer la posible existencia de daños al ambiente.

Por ahora corre el plazo de 5 días para que la empresa pueda formular manifestaciones adicionales respecto a lo asentado en el Acta.

La Ley General de Equilibrio Ecológico y de Protección al Ambiente establece que las empresas que realizan actividades industriales que pueden presentar riesgo, deben contar con un Plan de Respuesta a Emergencias, para contener los efectos de algún evento que pueda generarlas.

El hermetismo e irresponsabilidad de la empresa

En varios medios locales así como en redes sociales de diversos académicos y ambientalistas, se criticó el hermetismo con el que actuó la empresa al momento del accidente, obligando a sus trabajadores a no informar nada al no querer a la prensa ni a las autoridades en el lugar.

En un desplegado emitido a medios de comunicación por Carlos F. Lozada Almada representante de Grupo México, se minimizaron las afectaciones ambientales de este derrame, argumentando que, “tras evaluar el sitio y constatar que la situación estaba controlada, determinaron que no era necesario activar el plan de emergencia”.

Se aseguró que se ha mantenido la comunicación con la autoridad ambiental correspondiente para tomar las medidas necesarias «para atender integralmente el tema»; se insiste en que el accidente no tendría consecuencias graves al ambiente.

Cabe recordar que el 6 de agosto se cumplen 5 años del mayor desastre ambiental de la minería moderna, a causa de la irresponsabilidad de Grupo México en la mina Buenavista del Cobre; donde se vertieron 40 millones de sulfato de cobre acidulado y más de 700 toneladas de metales pesados sobre los ríos Sonora y Bacanuchi.

Con información de PROCESO