Si bien en la mayor parte de los países taurinos se tiene permitido el ingreso a niños a corridas de toros; representantes de organizaciones civiles protectoras de animales y ambientalistas en Aguascalientes recordaron que la ONU, a través del Comité de Derechos del Niño, se ha pronunciado de manera expresa en contra de que los niños y las niñas asistan y participen en eventos taurinos, razón por la cual anunciaron la entrega de una petición al Congreso del estado y al Presidente de la República prohibir la entrada a las corridas de toros a menores de 18 años.

“En algunas comunidades de España como Galicia y las Islas Baleares se tiene prohibida la entrada de menores de 12 años, en Aragua, Zulia y Guárico en Venezuela se prohíbe la entrada de menores de 18 años de edad, en Ecuador solo los adultos pueden asistir a espectáculos populares con toros en diferentes municipios. En España está prohibido que menores de 16 años maten a un animal, pero en México no hay un límite de edad”.

Israel Arriola, representante de Anima Naturalis México, explicó que en diversos estudios científicos, expertos y catedráticos se ha afirmado que los maltratadores de animales presentan una mayor probabilidad de ser violentos con las personas y de cometer delitos comunes; de acuerdo al estudio de Arluke et al., Journal of interpersonal Violence, 1999; un maltratador de animales presenta 5 veces más probabilidades de cometer crímenes violentos como agresiones físicas, violaciones y asesinato; 4 veces más de delinquir contra la propiedad; y 3 veces más de cometer delitos relacionados con drogas.

En ese sentido se puso énfasis en que el Comité de Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas en el 2015 señaló que exponer a los menores a la tauromaquia es una de las peores formas de abuso laborar a menores de edad, e hizo un llamado al Estado Mexicano para tomar medidas y evitar estas prácticas, “hasta el momento sólo San Luis Potosí, Chihuahua y Veracruz atendieron al llamado por eso exhortamos a nuestras autoridades a cumplir con lo mandatado por este organismo internacional y parar de fomentar la violencia en nuestros niños y niñas”, exclamó Guadalupe Castorena, representante de Movimiento Ambiental A.C.

Para las y los activistas, la normalización de estas violencias bajo el argumento de “arte y cultura” representa un gran riesgo para la sociedad pues desde muy niños se insensibiliza, generan efectos postraumáticos (ansiedad, depresión y estrés) además de fomentar los actos violentos hacia los animales, “hay evidencia científica sobre los daños que puede provocar la exposición de los niños a espectáculos violentos como las corridas de toros, porque ahí no hay nada de arte sino tortura y violencia”.

De acuerdo a la reforma constitucional de Derechos Humanos en 2011, se incorporan todos los Tratados Internacionales en Derechos Humanos, “los Tratados Internacionales y la Constitución Política de México tienen el mismo rango jerárquico jurídico, en este sentido debemos dar por sentado que dicho Tratado Internacional, del cual reiteramos México es parte, debe dar cumplimiento en el estricto sentido de prohibir el ingreso a menores de edad en lugares donde se pueda presenciar actos de violencia explícita”, razón por la cual se exige a las autoridades, diputados y senadores a que hagan las modificaciones necesarias a las leyes y reglamentos para dar cabal cumplimiento a este llamado que la ONU realizado hace más de 4 años.

Arriola agregó que Guerrero, Coahuila y Sonora y algunos municipios de Veracruz y Michoacán han logrado la prohibición de la tauromaquia pese a los intereses políticos y económicos de quienes están en el poder, “Aguascalientes es donde hay más arraigo de estos espectáculos, sí nos resulta más complicado por los múltiples intereses pero no es imposible, ya que en un análisis meramente generacional los taurinos van a la baja”. Se explicó que la edad promedio de quienes son fieles asistentes a las corridas de toros, son de más de 50 años mientras que la población menor de edad asiste porque sus padres se lo inculcan no porque lo disfruten, y el sector juvenil cada vez más rechaza estos espectáculos, por lo que se prevé que esta industria desaparezca en su totalidad.

Foto: Claudia Castro