Escribir es el acto del impulso, de la pasión, la inspiración; gran parte de un trabajo literario se hace leyendo y escribiendo. Se hace con disciplina, constancia y amor hacia algo. Así es como un joven autor que se autopublicó con sus ahorros de medio año, solicitó el apoyo del Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura  para difundir y publicitar su libro titulado «El lamento de los muertos», una antología de cuentos de terror. 

Kevin Gómez Durán tiene 19 años de edad y ya demostró tener no sólo la habilidad escritora sino la convicción de que la palabra es la llave para muchos mundos. Desde julio del año pasado comenzó este proyecto con una pesadilla, “estaba solo en mi casa, desperté temprano y había tenido una pesadilla una oscura y fría donde una presencia me miraba firme en una esquina, me sentía tan ansioso, y cuando me siento de un determinado estado de ánimo me pongo a escribir y así fue”. 

A la par se encontraba escribiendo otro texto más personal pero al percibir un mayor interés por ese texto efecto de la pesadilla, decidió dejarlo y comenzar a trabajar en un libro de cuentos de terror. 

Trabajó durante 6 meses para financiar la publicación, “siempre tuve la meta fija de que iba a publicar un libro, fueron 715 euros (alrededor de 15 mil pesos mexicanos) lo que me cobró la editorial”, se puede adquirir en línea en Amazon y Gandhi, es producción bajo demanda por lo que tarda de 10 a 15 días en llegar.  

Para Kevin, la lectura es una ventana a diferentes realidades, “siento que me ayudó mucho todo lo leído desde chico (…) si no habría leído tanto no tendría las cualidades lingüísticas para describir los sucesos que transcurren en el libro. Hay una frase que me gusta mucho: Para ser escritor solamente se necesita leer y leer mucho. Y pues siento que por ahí voy”.

En el caso de la escritura, este joven autor señala ser una vital oportunidad de hacer algo diferente, “sólo tienes que sentarte, concentrarte, quizá tomarte un café y dejar volar tu imaginación. O prepararte para dormir y dejar que una idea perfore tu mente para que al día siguiente la escribas”.

Durante la presentación oficial teniendo como sede el Museo Regional de Historia,  Miranda Martínez, amiga y lectora de Kevin, detalló que se trata de un libro que te atrapa de tal forma que ni siquiera notas el terror de manera obvia, “lo notas hasta cuando sientes el corazón en la garganta reflexionando como aquello que acabas de leer es un escalofriante y cautivante a la vez. Las maravillosas descripciones de cada uno de los lugares y ni qué decir de los finales, siempre te sorprenden”.

Al asegurar que cada cuento es único y penetrante, confesó que su amistad inició por la lectura, escribían por hobby para tenerse uno al otro de lectores; ello le permitió ser testigo del desarrollo literario de Kevin gracias a su constancia, determinación y entrega para que su sueño de ver publicado un libro se haya materializado.

Rocío Castro Fernández, jefa del Departamento de Ediciones del IMAC, celebró la limpieza y profesionalismo con el que este joven hidrocálido tocó las puertas del instituto ya que indicó que pocas veces llegan con un trabajo tan limpio y listo para ser maquetado, “además de que fue sorprendente la edad y la resolución del libro, es más que digno porque este joven autor trabajó por ver su libro publicado”. 

Reconoció que el género que propone Kevin es complicado en un tiempo donde hay mucho miedo en la sociedad, pero es por demás atinado pues desde el título te pone la incógnita de a qué se refiere con el lamento de los muertos, ¿cuáles muertos? 

“Kevin decidió elegir el miedo más humano, el miedo de la cavernas cuando alguien no distingue una silueta y le da miedo un animal que no puede ver, a ese temor de saber qué pasa después de la muerte”, esos miedos humanos de los que a pesar de los tiempos seguimos hablando pues es a todo aquello que no podemos explicar. 

Desde la perspectiva de la funcionaria municipal, es de reconocer y celebrar que exista una pluma tan joven y tan llena de convicción, que presenta un texto ágil y con mucha descripción que apunta a humanizarnos. Por lo cual hizo un llamado a consumir estos productos editoriales, porque más allá de un tema comercial, se estaría logrando reforzar esa ímpetu de más plumas jóvenes. 

Finalmente, Kevin expuso que todos los relatos que integran “El lamento de los muertos”, fueron creados con base en pesadillas, en vivencias extrañas y temerosas, de una idea “tonta”, de un estímulo externo o interno, todos con el objetivo principal de desarrollar un sentido para cualquiera que leyera sin necesidad de explicaciones.

Foto IMAC