Movimiento Ambiental A.C. Comité, Guardabosques de Los Cobos, Salvemos La Pona A.C. y ambientalistas independientes, informaron de la decisión de un juez de ponderar los derechos de la ciudadanía de Aguascalientes a su derecho a un medio ambiente sano por encima del derecho legítimo de lucro del promovente del proyecto de fraccionamiento que devastaría a 130 hectáreas del Bosque de Cobos.

Justo para estas fechas el año pasado se tuvo un proceso de consulta pública del manifiesto de impacto ambiental, evento en donde se demostró la inviabilidad del proyecto así como el desconocimiento por parte de los promoventes de aspectos técnicos, biológicos y ecológicos; toda vez que no habían sido manifestados todos los impactos ambientales del proyecto ni dimensionados adecuadamente, además de que se evidenció que los promoventes no consideraron que el proyecto violaba el Programa de Desarrollo Urbano para la Ciudad de Aguascalientes (PDUCA 2040), pues pretendía realizarse sobre un área de conservación e infiltración.

Actualmente el proceso está detenido en la delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) hasta que no se resuelva definitivamente una demanda interpuesta por el promovente del fraccionamiento en contra de la misma SEMARNAT y de la Secretaría de Desarrollo Urbano Municipal (SEDUM); esto bajo el argumento de que el anterior alineamiento y compatibilidad urbanística que recibió el promovente en 2015, es un derecho adquirido por lo que se le debía renovar dicha autorización automáticamente al vencer en 2018, “como si no hubiera sido publicado el nuevo ordenamiento en 2016 y como si la ley no fuera de igual aplicación para todos los ciudadanos y los ordenamientos”

Foto: Claudia Castro

Las y los ambientalistas detallaron que el juez ponderó los derechos del particular y el derecho humano a un medio ambiente sano del resto de la ciudadanía y determinó que este último estaba por encima del derecho del particular quejoso. De este modo prioriza la protección y promoción del derecho humano a un medio ambiente sano de la colectividad privilegiando la conservación de aquellas zonas de la ciudad de Aguascalientes que constituyen una recarga acuífera. Ante esta decisión del juez, el promovente del fraccionamiento se inconformó y apeló a una segunda instancia en febrero de este año por lo tanto el caso se encuentra en revisión de un tribunal colegiado y se prevé que en próximas semanas se informe la resolución, “y estamos seguros que respaldarán la decisión del juez de primera instancia porque no está negando su derecho a lucrar sino sólo pondera que es más importante el derecho humano al medio ambiente sano”.

De ser resuelto en contra del quejoso, y al no contar el proyecto con la constancia de alineamiento y compatibilidad urbanística otorgada por la SEDUM; la SEMARNAT tendrá que negar la autorización en materia de impacto ambiental tal como lo marca el segundo párrafo del artículo 35 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.

Se agregó que el Bosque de Cobos es un polígono bien definido de 353 hectáreas, donde hay varios dueños, una zona de área de conservación e infiltración en el Programa de Desarrollo Urbano, un predio municipal de 115 hectáreas que está en proceso de ser declarada área protegida de carácter municipal; 170 hectáreas de propiedad estatal al sur del Arroyo antes Rancho Los Pargas, que también está en proceso de declararse protegido. “Vemos que es un pulmón patrimonio natural, con cientos de especies nativas de flora y fauna, no podemos acabar con todo esto y más por un proyecto donde ni siquiera hay los servicios para hacer un fraccionamiento”.

Agustín Bernal aclaró que estas organizaciones civiles no son parte de la demanda, sin embargo, la ciudadanía debe de estar enterada de esta situación legal del predio para evitar que más pulmones en la entidad sean destruidos, como el caso de un corredor biológico a una costado de Cobos donde se construyó el fraccionamiento Luminaria, “era un bosque igual, pero fue devastado y construido. Por eso gritamos ¡ya basta de permitir que todas partes del estado nos tiren nuestros árboles nativos”, exclamó Guadalupe Castorena, del Colegio de Biólogos.

Por Itzel Acero