México es uno de los países con mayor variedad de plantas y animales del mundo. Al mismo tiempo, es uno de los países más peligrosos para las personas que defienden los bosques, los animales, los mares y los ríos, ya sea manteniendo sus costumbres como pueblos, alzando la voz a través de medios comunitarios, o denunciando los impactos que proyectos de explotación eléctrica o minera tienen sobre la naturaleza.
Julián Carrillo es una de estas personas. El defensor fue asesinado en octubre de 2018 por denunciar públicamente la tala y la minería en su comunidad en Coloradas de la Virgen, Chihuahua. Como Julián, existen otros defensores y defensoras que son continuamente atacados. Tan sólo en 2019 se han reportado 12 asesinatos de personas que defendían la tierra, el territorio y el medio ambiente.
Amnistía Internacional lanza una campaña para firmar la petición al presidente Andrés Manuel López Obrador para que se pronuncie públicamente sobre la situación y reconozca la labor de estas personas que cuidan el planeta y el medio ambiente.
«Pídele que garantice su protección a través de una política pública preventiva, que evite nuevos asesinatos, y que combata las causas estructurales para que puedan llevar a cabo su labor sin temor a represalias», concluye la petición que puedes firmar en la siguiente liga: