A esta redacción llegó un reporte ciudadano de vecinos del fraccionamiento Municipio Libre, donde señalan el hartazgo del excesivo ruido de unos vecinos sin que la autoridad responsable haga algo debido a que «dichos vecinos trabajan en municipio y se jactan de tener influencias».
El reporte señala textual:
«Les hago llegar este reporte pues no sabemos a qué más instancias acceder para que los vecinos tengamos tranquilidad en nuestro domicilio. Se ha reportado varias veces a Reglamentos por ruido alto a altas horas de la noche en el domicilio ubicado en la calle San Miguelito 224, Fracc. Municipio Libre. Hablando con los vecinos, y a pesar de tener una red de Vecinos Vigilante para evitar asaltos o cualquier problema, ninguno de ellos los enfrenta pues son muy agresivos y se jactan de tener muchas influencias en municipio y con un diputado. En los últimos seis meses han sido múltiples los reportes que se les han hecho, con llamadas de atención por parte de Reglamentos o por alguna patrulla que llega a verificar dicho domicilio.
Sin embargo, el pasado 11 de agosto, alrededor de las 1:30 am, trabajadores de Reglamentos acuden a dicho domicilio a levantar un acta por rebasar el límite permitido por ley después de las 10 pm [50 db]. Al momento de llegar, uno de los trabajadores registró y reportó que dicho domicilio emitía ruidos de 70 a 73 db. Al abordar el domicilio para solicitar que lo atendieran, los habitantes de dicho lugar se mostraron renuentes a recibir la multa ya que primeramente debe de haber una primera llamada y después levantar la multa si hubiera reincidencia. Entre las palabras que se dijeron, se le dejó ver al trabajador Reglamentos por parte de los mismos habitantes del domicilio que no era la primera vez que los reportaban por lo que procedería a levantar la multa.
Al no acceder a recibir la multa, una de las mujeres, de nombre Lilian o Liliana, alegó ser trabajadora de municipio [después dijo trabajar para Inspección de Aseo Público] exigiendo los gafetes de los trabajadores que estaban por levantar el acta para reportarlos con su superior para que no les levantaran el acta. De igual manera, la misma persona se comunicó, aparentemente, con Paco Luna [Francisco Javier Luna] de Seguridad Pública para reportar la situación y alertarlo de lo que estaban enfrentando a fin de que no les hicieran nada y les apoyaran. Después de hacerse de palabras, la mujer alegó que le cancelarían la multa y que no se preocuparan para dejar que los trabajadores de Reglamento hicieran su trabajo.
Una vez el acta levantada, se hicieron nuevamente de palabras, exigiendo una vez más los gafetes, pues Mónica Bañuelos [Mónica Fabiola Bañuelos Rodarte] se los está pidiendo. Asimismo, a fin de hacer entrega del acta y de mostrar negativa por parte de los habitantes del domicilio, exigieron se salieran de la cochera [que no cuenta con barandal] pues estaban invadiendo su domicilio, atacándolos y pidiendo apoyo al policía que acompañaba a los trabajadores de Reglamentos para que todo se llevara en orden.
Una vez que Reglamentos levanta el acta y se retira del domicilio, los habitantes empiezan a burlarse de la situación, vuelven a subir el volumen de su música por un momento y reclaman con palabras altisonantes a la vecina [señalando la casa de enfrente a su domicilio] por haber hecho dicho reporte.
Después, a las 2:07, se presentan al domicilio tres patrullas (0973, 0254 y 0168) que atendieron al llamado que Lilian o Liliana hizo al comandante Paco Luna minutos antes para pedirle apoyo por la situación que se presentó con Reglamentos, alegando que se presentaron de manera déspota agrediéndoles y levantándoles el acta injustamente, sin dejarles defenderse [cosa que no fue así]. Antes de retirarse, los «agredidos» dejaron sus datos a los policías [el otro habitante dijo llamarse Edgar Iván] y les agradeció por su apoyo indicándoles que cuando necesiten algo, pueden llegar con ellos y pedirles de su ayuda cuando lo necesiten.
Desgraciadamente no es la primera vez que sucede esto y, cada vez que llega o reglamentos o una patrulla, empiezan a gritar a los vecinos exigiendo que se le enfrente y les digamos en su cara lo que no nos parezca y que no los dejamos ser felices, empezando a hacer más ruido con ayuda de sus hijos menores de edad [4-7 años], es por demás obvio que ninguno de los vecinos les vamos a reclamar.
Como vecinos no pedimos que se les corra de su puesto, pues eso implicaría tener aún más conflictos en la cuadra. Lo que todos queremos es únicamente tener paz y tranquilidad y se les ponga en cintura a dichas personas.
Muchos de los vecinos trabajamos temprano y como se mencionó inicialmente, no deseamos tener más problemas con ellos; solo pedimos que se cumplan la ley y que, tal como ellos alegan [predican con el ejemplo cumpliendo la ley y haciendo conciencia con los ciudadanos], hagan conciencia como vecinos y se comporten a la altura CUMPLIENDO LA LEY y no abusando de su puesto como SERVIDORES PÚBLICOS».