El Senado de la República estudia por primera vez en la historia, una iniciativa para proteger a los grupos y comunidades indígenas del plagio y robo de sus artesanías; toda vez que se han registrado casos en empresas internacionales y trasnacionales.

El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis González Pérez, subrayó que a pesar de las normas en materia de plagio, para las y los artesanos existe un gran vacío legal, por lo que llamó al Congreso de la Unión a priorizar el tema y ponerlo en la agenda legislativa nacional, ya que vulnera los derechos colectivos e individuales de los pueblos indígenas, afromexicanos y comunidades equiparables.

Al reconocer las fallas que ha tenido la autoridad hacia estos grupos vulnerables, el senador por MORENA, Ricardo Monreal, se comprometió a trabajar con las bancadas para que la ley sea aprobada en el periodo extraordinario de sesiones que iniciará el 18 de junio.

Se adelantó que esta ley obligará a que las grandes marcas europeas y norteamericanas que copian y roban diseños de los indígenas, paguen las regalías correspondientes; para ello deberán registrarse en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial, en marcas y patentes.

Finalmente el ombudsman nacional agregó que “la riqueza de las creaciones artísticas y expresiones culturales de pueblos y comunidades indígenas son motivo de admiración y reconocimiento tanto en México como en el extranjero”, lo cual causa un efecto de deseo y ambición por organizaciones que han pretendido apropiarse o beneficiarse de ese patrimonio cultural.

Esto significa que nuestros indígenas han sido (y lo siguen siendo) víctimas de “una práctica desleal y ominosa”, que ha puesto en grave riesgo los saberes y procesos de creación cultural ancestral. Aunado a la afectación económica de las familias indígenas y la autosustentabilidad comunitaria.

“En la CNDH defendemos derechos más no privilegios, por eso es imprescindible evidenciar el papel de las empresas nacionales e internacionales como entidades que violentan o no respetan los derechos humanos”, concluyó González Pérez.