Al menos 500 invitados presenciales, una mampara con la frase «Tercer informe de Gobierno al Pueblo de México», casi 2 horas de discurso y Andrés Manuel López Obrador olvidó uno de los ejes más importantes de la política pública que mantiene pendiente: la violencia de género.
En todo su discurso, decidió resaltar sus «compromisos cumplidos», agradecer a hombres empresarios exitosos como Carlos Slim o Carlos Bremer, pero no así a ninguna mujer empresaria, legisladora, activista, ni al menos a una funcionaria (como Olga Sánchez Cordero siendo su Secretaria de Gobierno).
Ante este Primer Informe (primero oficial y tercero según sus ideas demagógicas), el presidente mostró cuáles son sus prioridades, y la seguridad y bienestar de las mujeres no entraron en ellas.
Las líneas expuestas se enfocaron en los programas de asistencia social (los cuales han dejado muchos problemas por inconsistencias en las reglas de operación como el caso de los Refugios para Mujeres en situación de violencia o la eliminación del programa Estancias Infantiles). El rubro migratorio, los sueldos de funcionarios, el combate al huachicoleo, entre otros de intereses populares; dejando sin mencionar alguna política pública o programa para atender y combatir el elevado nivel de violencia contra las mujeres que persiste en el país.
De enero a julio del presente año, los feminicidios aumentaron más del 14%, sumándose oficialmente 2 mil 173 mujeres asesinadas en todo el país. El reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, hasta el mes de julio se tenían registrados 563 feminicidios y mil 610 mujeres víctimas de homicidio doloso. En comparación con el 2018, en el mismo periodo se tuvieron 494 feminicidios.
Foto Claudia Castro