Sin importar el exterior, “TUR. Paisaje escénico” buscó ser un elemento de catarsis personal sobre la memoria afectiva, siendo el cuerpo el medio para expresar el cúmulo de sensaciones, de recuerdos y de todo lo que compone los paisajes internos de generaciones. Así, el creador escénico originario de Aguascalientes, Saeed Pezeshki, regresó a su tierra para deleitar al público el fin de semana pasado con el Teatro Morelos a su máxima capacidad. 

En una charla con El Diario Aguascalientes, este mexicano que radica en Colombia, reconoció que tras 19 obras de su autoría, esta es la primera que se desconecta de lo que pudiera pensar el público, “quise conectarme más conmigo, pensando en que si era más orgánico conectaría más con el público, y si no pues tampoco me era importante y no por ególatra sino porque creo que esta vez me merecía darme este gusto”:

TUR” significa “girar” en sueco, fue titulada así porque la pieza se ancla en un documental que comenzó a trabajar entre 2015 y 2016 en Estocolmo como parte de una investigación sobre su familia paterna, lo que hace de este proyecto un producto escénico totalmente bio dramático. 

El proyecto lo empecé a concebir el año pasado en noviembre en Portugal, porque en Suecia solo fue la idea del documental del encuentro con mi familia paterna donde conocí a mi abuela paterna, tíos, primos… Ellos salieron de Irán como refugiados políticos y fueron acogidos por suecia para mi abuela era muy fundamental podernos conocer porque son los únicos hijos hombres que van a continuar el linaje de la familia, esas cosas que para mí no son importantes pero para mi abuela sí lo son. Dejé ese material todavía no está terminado como documental pero lo que hice fue estructurarlo dentro de una puesta en escena y así nace TUR”.

En 2018 fue participante de un festival llamado “Línea de Fuga” en Portugal, donde se reunió a 12 artistas multidisciplinarios de todo el mundo (Turquía, Brasil, Portugal, México, Cuba, España, Italia, Francia, Australia)  durante un mes con 4 tutores para trabajar un working progress, ahí Saeed se concentró en los materiales que tenía como el secretismo de lo iraní de su padre y lo mexicano de su madre, “mandé a hacer una falda con una costurera mexicana talentosísima en CDMX de bordado y lentejuela mexicana, pintada  a mano pero el molde es sufi para el baile iraní. Así fue una síntesis de las dos culturas, me llevé un caballito de madera que camina y dije, ahí a ver qué sale”.

Con sus tutores, trabajó en el desarrollo del proyecto, se presentó un adelanto y al regresar a Colombia lo complementó para estrenarlo ya como un espectáculo terminado. Posteriormente, Saeed se percató de que TUR era más que un espectáculo escénico, buscó cómo desarrollarlo conceptualmente desde la teoría, pues en Portugal le cuestionaron en qué lo enmarcaba, si en teatro, danza, instalación, performance, o en qué.  “Me decían que qué era porque estaba rarísimo, es todo a la vez. Ahí me di cuenta del concepto paisaje. Quien me detonó ya el concepto es un libro que leí de un filósofo italiano Giorgio Agamben, ‘Autorretrato en el estudio’, en un punto habla de que uno recuerda lo que ama porque ama lo que recuerda y levanta un paisaje alrededor de la memoria. Ahí se me detonó el paisaje como dispositivo”, por ello aclara que TUR no es teatro-danza, es un paisaje escénico. 

La investigación continúa toda vez que se dio cuenta que es un tema poco estudiado y no hay referencias como tal de él, “está muy virgen y en realidad no me interesaba ser el primero sino de que si había alguien que comparta la búsqueda mucho mejor porque es más importante generar teoría y publicar para que haya un precedente”. Comenzó pretendiendo escribir únicamente un ensayo de 5 páginas, pero a la fecha suman más de 24 y contando, “según yo era nuevo pero me iba yendo a mis referencias de vida y me doy cuenta que todo iba encajando en el tiempo (…) desde hace 15 años manejaba algo que ahora le estoy poniendo nombre: Paisaje escénico”. 

Por ahora Pezeshki se encuentra uniendo códigos, estableciendo una metodología, y mejorando la práctica-teoría, ello junto al primer tríptico sobre la memoria: TUR, Paisaje UNO; Puto y Mexicano. Paisaje DOS; Missing. Paisaje TRES. El cual ya se estrenó en Bogotá en conjunto y en separado viaja por todo el mundo. 


La madurez de un artista escénico mexicano en el mundo

En 2015, Pezeshki fue encargado del tradicional Ferial de Aguascalientes para la edición 187 de la Feria Nacional San Marcos, que denominó “El canto de los pájaros” en homenaje a la obra de Saturnino Herrán. A cuatro años de distancia considera que ha habido una madurez en su quehacer escénico gracias a la fortuna de poderse rodear de gente talentosa. 

“Principalmente yo diría que ha sido el ir abandonando la ficción, cada vez me interesa menos crear historias que no son reales. Por ejemplo, Puto y Mexicano es una versión mía a partir de Noche justo antes de los bosques de Koltès, un bellísimo texto aunque me quedé con sólo dos párrafos porque lo traslado a una vivencia del actor, Francisco Arrieta, como hombre homosexual que pasa una mala noche, una muy mala experiencia con un hombre y cae en una situación muy complicada. Hay todavía un rasgo de ficción pero muy dibujado. El punto es que voy acercándome más a lo natural como una forma más mía de hacer mi trabajo”.

Foto Instituto Cultural de Aguascalientes